¿A cuántos de nosotros nos pasa que con cada cambio de empleo y aumento de salario vamos generando gastos cada vez más altos? Esta característica no es la ideal si quieres pasar del mundo corporativo hacia el mundo del emprendimiento.
Lo primero que se debe tener claro es que NO es fácil emprender. Quizás es incluso normal subestimar lo que implica emprender.
Sin embargo, si esto es lo que quisieras hacer, debes hacerte una pregunta muy importante: ¿Estarías dispuesto a empezar de cero cada vez que sea necesario?
Si tu respuesta es sí, quizás puedas ser definido como un jumper. Pero, ¿qué caracteriza a las personas que se podrían catalogar como jumpers?
Los jumpers son personas con capacidad de restringir sus ingresos y sus gastos de acuerdo a la situación en la que se encuentren. Al restringirse, deben mantener sus gastos de alguna forma planos.
No sólo se debe estar pendiente de las entradas y salidas que un emprendedor tiene en su vida diaria. Debe tener cuidado con el ego. Éste es uno de los demonios a los que se enfrenta cuando se cambia de actividad, especialmente cuando se tiene estabilidad y se debe enfrentar a lo desconocido, o incluso al fracaso.
Un emprendedor debe tener en cuenta que el 20% de su tiempo produce el 80% de sus resultados. Así que debe entender muy bien qué se quiere hacer y priorizar, pero aún más importante, priorizar bien.
Las empresas lo que hacían era innovar en términos de producto o servicio. El tema digital ayuda a innovar en temas de proceso. Por lo que la innovación las ayuda a ser más sostenibles, a crecer, impactar y resolver grandes problemas o necesidades en la región.
De hecho, la innovación debe tratarse de actuar de manera simple y ágil ante una problemática no resuelta, aprovechando la creatividad y la pasión que las personas podemos tener.
El Corporativo
Los startups
De hecho, no se ve con buenos ojos a un vendedor solitario porque significa que no le ha podido vender su idea a otros. Por lo que es importante saber con quién rebotar las ideas, porque ahí es donde se nutren.
Le dan la agilidad, pensamiento disruptivo y ese apetito por el riesgo que no tienen las grandes organizaciones. Los emprendedores o startups están persiguiendo cosas que para las grandes empresas son muy pequeñas o no son muy interesantes o muy distantes.
Juegan un rol muy importante hacia los intereses de sostenibilidad de las corporaciones y les permiten llegar a nuevos clientes de una manera mucho más rápida.
Recordarles o hacerles ver el valor del aprendizaje. Pues, si la corporación entiende que puede aprender muy rápido y gestionar ese aprendizaje, ya está ganando. No pueden perder de vista que las startup aprenden muy rápido. Por lo que les pueden permitir gestionar ese aprendizaje en un tiempo mucho menor que si lo intentaran por su cuenta.
El aprendizaje no es sólo lo que aprendiste sino cómo lo aprendiste. Éste se divide en 3 pasos:
Así puede transferir esas capacidades a diferentes áreas de la organización, bien sea al go to market, al cliente, al área de mercadeo, generando valor mucho más rápido.
No obstante, es necesario que el líder crea en la importancia de la innovación porque él es quien empieza a jalonar el proceso de aprendizaje, es quien empieza la mesa de gestión de lo nuevo y permea la organización. Y si para él no es valioso, para nadie lo va a ser.
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